Dicen que fue Hipócrates el que recomendaba ir a la guerra para practicar la cirugía. En aquella época era lo mejor para adquirir habilidades y estudiar anatomía.
Los romanos ya hacían distinciones entre soldados enfermos y heridos, pues habitualmente sólo los primeros recibían atención médica. Hubo que esperar casi un siglo, hasta la época de Trajano, para que los heridos también recibiesen atención por parte de los llamados medici. A pesar del nombre, no eran médicos sino lo que actualmente correspondería a enfermeros (algo que creo seguía existiendo entre los soldados durante la II Guerra Mundial).
Curiosamente, el instrumental obtenido en excavaciones de zonas militares romanas y griegas no son esencialmente diferentes al actual.
El gran aporte de la medicina militar romana fue que no sólo se dedicaron a curar heridas, sino que establecieron procedimientos para mantener la salud (entrenamiento, alojamiento y alimentación).
También es cierto que quien se ocupaba de la salud de los soldados era el mismo que se ocupaba de los animales. Esperemos que supiera distinguir a los pacientes de cada tipo.
Cuando la organización se desarrolló, se nombró a un encargado del tinglado médico en campaña, el praefectus castrorum, y estaba el optio valetudinario, que se encargaba de la gerencia de los "hospitales" de los fuertes.
Además de usar las mejoras en la construcción de instrumentos de bronce y plata, dejando aparte el hierro, que se oxidaba.
Porque fueron los romanos y, anteriormente, los denominados templos de curación de la Grecia clásica (en honor a Asclepio o Esculapio), los primeros en construir instalaciones específicas. Es lo que tiene andar todo el día repartiendo estopa.
Era tal el nivel alcanzado, que hasta el Renacimiento no se logró volver a superarlo.
Los templos de curación eran una especie de termas donde los sacerdotes aplicaban baños minerales, masajes, dieta y preparados con hierbas para tratar a los enfermos.
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Pero además estaba la parte de "religión": el enfermo pasaba la noche en el templo y seguramente con la ayuda de alguna de esas hierbas, contaba al día siguiente a los sacerdotes lo que Asclepio le dijera en sueños para que lo interpretasen. Estos, realizaban el sacrificio del animal de turno y, lo que era mucho mejor, le daban algún preparado que a lo mejor le curaba.
De ahí seguramente saldría la escuela hipocrática: estudiar mejor al paciente y su enfermedad, en vez de fiarse de los sueños. Sería el inicio de la separación entre medicina y religión. Hipócrates y sus seguidores desarrollaron la idea de que las enfermedades tenían un origen "natural".
Los romanos perfeccionaron el sistema, creando escuelas de medicina y un sistema público de médicos y hospitales. Además de medidas preventivas como el alcantarillado y suministro de agua potable.
Todo se echó a perder en la Edad Media, con la influencia perniciosa del cristianismo, hasta el siglo 17, en que se volvió a considerar la importancia de la sanidad pública y se alcanzaron los niveles conseguidos durante el imperio romano.
Hasta ese momento, lo único accesible para el populacho eran los hospitales de caridad de diversas órdenes religiosas.
Curiosidad para pasar por tío listo: El famoso juramento hipocrático, posiblemente se deba a... Pitágoras (o algún discípulo). Pues se ajusta más a las ideas pitagóricas que a las de Hipócrates.
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