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Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 12)

Otra de las ideas que pasaron a mejor vida fue la del flogisto .Y no fue fácil porque tenía respuestas para todo. Y ese fue su talón de Aquiles, buscar explicaciones ad hoc que lo único que hacían era complicar y retorcer la idea original hasta que la cuerda se rompió. Como casi todo, empezó ya con los griegos clásicos, que  de los cuatro elementos, decían que el fuego era la fuerza creativa. Y claro, como uno de los que así hablaban era Aristóteles, pues los demás a callar. Aunque en esto Aristóteles seguía la idea de su maestro Platón, quien ya hablaba sobre que todas las cosas que ardían tenían en su interior un "algo" inflamable, que era lo que hacía que las cosas ardieran. Y como todas las cosas se suponía que estaban formadas por una combinación de los cuatro elementos básicos, la madera, por ejemplo, al arder generaba una llama (que sería el fuego), un humo (que sería el aire), no sé a lo que considerarían agua, pero las cenizas que quedaban serían la tierra.

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 11)

En la Ilustración, como en todas las épocas siempre hubo algunos, aprovechados o no, que propusieron ideas totalmente idiotas que tuvieron su momento de gloria. Una de esas tonterías fue el llamado mesmerismo , muy de moda entre la gente “bien” de la época. En un momento en que la medicina estaba desprendiéndose definitivamente del pasado y del lastre religioso que relacionaba la enfermedad (sobre todo la mental) con el demonio y el pecado, un exceso de mecanicismo llevó a algunos a querer explicar al ser humano mediante “fuerzas” vitales en vez del “alma” religiosa. Distinto perro con el mismo collar. El caso es que el mesmerismo ese ni tan siquiera era original. Ya hacía tiempo que circulaba la tontería de que debería haber “fuerzas invisibles”, a semejanza de la gravedad con los planetas, que “actuasen” sobre los organismos vivos para darles “movimiento”. Y otra tontería era el efecto “beneficioso” de los imanes en el tratamiento de las enfermedades. El mesme

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 10)

La anatomía (que viene del griego anatome , disección) ha tenido una evolución curiosa: se sabía que la Tierra rotaba alrededor del Sol un siglo antes de que se conociese cómo circula la sangre por el cuerpo. Algp que supongo debemos agradecer a eso de no profanar los cuerpos, que tanto gusta a las religiones (es lo que tiene creerse el cúlmen de la creación esa). Y las disecciones de animales pueden dar muchos disgustos si se traslada la anatomía y la fisiología animales a las humanas. Y eso que se empezó a estudiar hace ya rato. Herófilo de Chalcedon , allá por el siglo –III, fue un ejemplo para Galeno de Pérgamo casi cinco siglos después, quien relacionó anatomía con enfermedad. Curiosamente, parece ser que Hipócrates no le prestó mucha atención a eso de la anatomía.   El caso es que Galeno llegó alto, médico del emperador romano Marco Aurelio y fue el referente en la medicina durante más de un milenio. Y eso que sólo se basaba en la anatomía animal. Lo que le llevó a com

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 9)

Si hubo debates ridículos como el de los preformistas y los epigenésicos, también hubo otros mucho más productivos. Un debate entre las ideas sobre la mente teniendo por un lado a Hume y el asociacionismo y por otro a Kant y las facultades mentales, sólo podía traer beneficios para el progreso humano. Pero esto de la naturaleza humana empezó antes, con el llamado paralelismo psicofísco , que consideraba que la mente y el cuerpo eran entidades diferentes, sin interacción, pero con actos coordinados debido a que eran influenciados por los mismos fenómenos externos a la persona. Dentro del paralelismo se desarrolló una corriente de pensamiento en Inglaterra llamados asociacionistas o empíricos , con Hobbes y Locke a la cabeza. Su idea básica era que la mente se desarrollaba mediante la experiencia y que los conceptos más complejos provenían de las asociaciones de ideas y sensaciones básicas o más simples.   También estaba George Berkeley , un obispo anglicano que quería unir

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 8)

Otra discusión interesante de la época fue la que inició el suizo Abraham Tembley con la hidra. Exactamente, con una hidra verde (chlorohidra viridissima) que se encontró en unas aguas estancadas. Le llamó la atención porque era verde (lo que se correspondería con una planta), pero tenía tentáculos que se movían (lo que correspondería con un animal). El movimiento de los tentáculos no era una respuesta a un estímulo, como las plantas carnívoras. http://www.ville-ge.ch/mhs/images/sg_trembley.jpg Así que lo que se le ocurrió para dilucidar la cuestión fue cortarla a la mitad. Si fuese animal, moriría; si fuese planta, ambas partes seguirían vivas. Y lo que se encontró fue que ambas partes regeneraron el organismo completo. Y realizó otros experimentos que hacían difícil aceptar que la hidra fuese claramente una planta. Otros científicos repitieron esos experimentos y llegaron a los mismos resultados: una animal que se regeneraba como podían hacer ciertas plantas; o una plant