Ir al contenido principal

Science, evolution and creationism (1)

El libro corto (booklet) editado conjuntamente por la Academia de Ciencias y el Instituto de Medicina de los USA, tuvo su primera edición en 1984. La presente es la tercera edición, de 2008.

Este tipo de  libros académicos suele estar redactado/revisado por un montón de gente, en este caso el Comité para la Revisión de la Ciencia y el Creacionismo. Un comité del que forma parte el mediático Neil deGrasse Tyson y que por aquel entonces estaba dirigido por el hoy defenestrado Francisco J. Ayala (por haber sido un acosador de mujeres desde como mínimo 2003 hasta 2018. Lo cual demuestra que se puede ser muy listo en unas cosas y un miserable delincuente en otras. https://en.wikipedia.org/wiki/Francisco_J._Ayala).

En el Preámbulo se recuerda la triste historia de la educación pública en USA, donde han tenido que ser los tribunales los que tengan la última palabra ante el acoso y derribo de los fanáticos religiosos y sus intentos de prohibir, primero, la enseñanza de la Evolución y, posteriormente, querer incluir sus prejuicios y creencias en el currículo escolar.

En todos los casos los tribunales siempre han sentenciado a favor de excluir de la enseñanza pública las creencias religiosas de los creacionistas o de los partidarios del diseño inteligente (cuya enseñanza fue declarada inconstitucional en 2005).

Evidentemente, los fanáticos no han cejado en su empeño, principalmente a través de los apoyos a los políticos más reaccionarios y que directamente odian la Evolución en particular y todo lo que no se ajuste a sus prejuicios religiosos, en general; así como a su infiltración en los comités educativos locales (que tienen voz y voto en lo que se enseña en los colegios públicos). Entre sus nuevas excusas está la  falsedad de que se debe enseñar a los alumnos que la Evolución es un asunto controvertido con diferentes puntos de vista (entre los que habría que incluir el suyo, claro). Una falacia pues el concepto de Evolución no es discutido por la grandísima mayoría de los expertos, quedando una residual (en todos los sentidos) resistencia entre una muy escasa minoría (principalmente no experta).

El primer capítulo se titula Evolution and the nature of science. En su apartado inicial se habla de que la evidencia científica apoya la certeza de la evolución biológica y los nuevos descubrimientos, también.

Para explicar el funcionamiento de esta evidencia pone el ejemplo de la transición entre los peces y los primeros animales tetrápodos. Según la teoría, aproximadamente 375 millones de años atrás tendría que haber ocurrido esa transición. Y la evidencia fósil se encontró en 2004 en una isla de la zona norte de Canadá,en el Círculo Ártico.

En esa época había pocas especies animales terrestres, pero sí muchas especies de peces, algunas de las cuales vivían y se alimentaban en aguas dulces poco profundas de corrientes y pantanos. Los paleontólogos encontraron restos fósiles de una especie marina intermedia entre un pez (tenía agallas, escamas y aletas) y una animal con cuatro patas (tenía pulmones, un cuello flexible y huesos en las aletas que le permitirían sostenerse y desplazarse por tierra). Ese fósil se denominó Tiktaalik (Gran pez de agua dulce, en idioma inuit canadiense). Los huesos de sus aletas son similares a los actuales huesos de nuestras extremidades. 
(Imagen tomada del libro)

Se había descubierto al ancestro de los  anfibios, reptiles, dinosaurios, pájaros y mamíferos.

By Graphic by dave souza, incorporating images by others, as description - Own work by uploader using commons sources, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5212517
Más sobre este fósil: 
en.wikipedia.org/wiki/Tiktaalik

Un simple ejemplo de lo que ocurre casi continuamente sobre nuevos descubrimientos del registro fósil que apoyan la idea de la evolución. Evidencias que vienen de la biología, la paleontología, la física, la química e incluso de  la astronomía.

Pero ya se sabe que la evidencia nunca ha convencido a un fanático, y menos a un fanático religioso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El gen egoísta (9)

El capítulo 9 se titula La batalla de los sexos . No voy a resumirlo porque es demasiado denso para hacerlo de una forma eficaz. Son muchas las teorías y explicaciones que da. El resumen sería casi tan extenso como el propio capítulo. Además, en amplias notas al pié, de varias páginas cada una, matiza, amplía e incluso rebate lo que estaba originalmente escrito. En un largo resumen final , indica lo siguiente (matizado por las notas, en una de las cuales incluso dice que teorías que daba por incorrecta cuando escribió la edición original pueden "exigir incluso un cambio radical en nuestra concepción de la evolución de la conducta, un cambio radical en nuestra concepción de muchas de las cosas analizadas en este libro...significa que teorías de insensatez casi ilimitada no pueden ser ya descartadas por sentido común"): "Los diferentes tipos de sistemas de procreación que encontramos entre los animales... pueden ser comprendidos en términos de conflicto

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 7)

Otro debate de esa época interesante fue el de la generación espontánea. Este sí con más entidad “científica”, pues ambos bandos se basaban en experimentos reales, no en creencias religiosas. Aunque la religión también tuvo que meter baza. Pero fue un debate que puso, y pone, de manifiesto la importancia de diseñar cuidadosamente los experimentos que soporten nuestras ideas. Porque los que realizaron el naturalista francés Georges Buffon y el microscopista inglés John Turbeville parecían demostrar la validez de la generación espontánea. Pero fueron los experimentos mejor diseñados por el fisiólogo italiano Lazzaro Spallanzani los que mostraron los errores experimentales de los otros. Porque es así, como ha ocurrido siempre, el funcionamiento de la ciencia: repetir los experimentos de otros para comprobar su validez Pero empecemos por el principio. Según la teoría de la generación espontánea , es posible que surjan seres vivos a partir de materia muerta. Una idea que no

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 6)

De entre los debates que hubo en la Ilustración, uno de los que más tinta hizo correr fue el de cómo se producía el desarrollo de los embriones. Por un lado estaba la explicación que se basaba en el vitalismo, llamada de la “ preforma ”; y por el otro el que utilizaba el racionalismo, denominado “ epigénesis ”. Desgraciadamente, la falta de calidad de los microscopios de la época por un lado, y las “verdades” de la religión, por otro, dieron alas a ese debate que visto hoy en día parece hasta ridículo. Pero realmente, este llamado “gran debate” lo que deja claro es la influencia de los prejuicios y dogmatismos religiosos sobre el razonamiento científico. Aún en contra de las evidencias que se mostraban ante los ojos de los científicos creyentes. Unos prejuicios y dogmas que eran más poderosos que las pruebas experimentales, parasitando las “explicaciones” e “hipótesis”. http://images.fineartamerica.com/images-medium-large/2-preformationism-18th-century-science-source.jpg