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50 voices of disbelief (4)

NICHOLAS EVERITT: CUÁN BENEVOLENTE ES DIOS? UNA ARGUMENTACIÓN DESDE EL SUFRIMIENTO AL ATEÍSMO


N. Everitt trabaja en la Universidad de East Anglia en la Facultad de, entre otras cosas, Filosofía, en el campo de la epistemología, la mente y la religión.

Una de las falacias que suelen compartir creyentes y conspiranoicos es que no puedes demostrar que no exista lo que ellos dicen (sea dios o el alienígena del Área 51). No se puede demostrar una no existencia. Por eso yo les digo que ellos tampoco pueden demostrar que yo no tengo un dragón rosa en mi garaje. Alguno empieza con "claro que lo demuestro, los dragones rosa no existen..." Y ahí se acaba la discusión.

Y los creyentes y conspiranoicos sólo aceptan respuestas absolutas. Bueno, sólo aceptan lo que les interesa.

A los filósofos les gusta ir a lo básico. Por ejemplo, cuando se pide una prueba de la existencia o no de un dios, empiezan preguntando qué es prueba y qué es dios?

Las pruebas pueden ser de muchos tipos: Las hay matemáticas, de expertos, de lo que es comúnmente aceptado, las pruebas más allá de toda duda razonable, lo estadísticamente probable...

Los creyentes sólo aceptan sus propias pruebas. Y si les demuestras que se equivocan, se inventan otras, o no aceptan como válidas las de los demás.

En cuanto a eso de qué es dios, pues ya sabemos cómo va la cosa: Desde un amigo invisible, un invento humano, o un ser omnipotente, eterno, omnipresente, perfecto, creador de todo lo que existe y, nuevamente, invisible para el ser humano.

Dadas sus características apriorísticas, sobre todo la de la invisibilidad a prueba de cualquier prueba, es posible meterse en el berenjenal de demostrar, más allá de cualquier duda razonable (otra características desconocida para un creyente), que no existen los dioses?

Evidentemente, por definición, todas las características apriorísticas aplicables a ese dios no son rebatibles. Se ponen antes de cualquier demostración. Por tanto, son irrelevantes para la propia existencia de ese dios. Daría lo mismo que se asumiera que fuera un jovencito rubio, con barbita recortada y un halo detrás de la cabeza. O un viejo con cara de malas pulgas lanzando rayos e inundando planetas.

Son características que unos humanos, arbitrariamente, le asignan según su conveniencia. Lo que incorrectamente asumen los creyentes es que esas características que ellos le ponen, son la prueba de su existencia. Aunque sean argumentos tan estilísticamente planteados como las 5 vías de Agustín de Hipona.

Se ha demostrado que no hay un número primo último, o que exista un final de los números enteros. O que existan triángulos de 4 lados. Las matemáticas son así de fáciles. Si se pudiera hacer lo mismo con la no existencia de los dioses...

Podría demostrarse que no existen los dioses porque su propia existencia es incompatible con hechos indiscutibles sobre el Universo? Ya sabemos que los creyentes rechazarán cualquier hecho indiscutible que vaya en contra de sus creencias. Dirán que no es indiscutible, que ellos no lo aceptan, que no se lo creen. Pero, que curioso, lo suyo sí tenemos que aceptarlo y creerlo. Incluso a riesgo de que nos persigan judicial y políticamente.

Un argumento que siempre les hizo mucha pupita fue el de la libertad de acción de las personas y su capacidad para la maldad. Dado que se supone que ese dios es perfectamente bueno, no parece lógico, ni para un creyente, que permitiese la existencia de lo malo (en cualquiera de sus sentidos). Así que se inventaron lo del libre albedrío: Dios es tan bueno que nos deja a nuestra voluntad para que hagamos el bien o el mal.

Pero eso no es posible con un dios omnisciente: Si ya sabe todo lo que voy a hacer, dónde está realmente mi albedrío? Si ya sabe que voy a hacer el mal y no lo impide, dónde está su omnipotencia como ser perfectamente bueno que, por tanto,  no puede permitir la existencia del mal?

Los creyentes se enrocan en la libertad que nos da un dios no intervencionista para hacer lo que queramos, con el objetivo de que voluntariamente escojamos el bien. Se niegan a aceptar que eso es incompatible con las características de omnisciencia y omnipotencia que ellos mismos le asignaron previamente. Reductio ad absurdum. Es igual, ellos son creyentes, la lógica no les afecta. Para ellos se trata de la lucha entre el bien y el mal (encarnado en un demonio o similar, que también debe tener lo suyo pues ese dios, tan omnipotente, no es capaz de evitar su existencia) y que debe haber más bien que mal, en una especie de balance contable con resultado positivo.

Ahora bien, ellos tampoco tienen muy claro cómo es esa pelea. Los denominados teístas escépticos, dicen que ni idea de cómo puede haber mal con un dios perfectamente bueno, pero que debe haber algún motivo para que permita su existencia. Es el mismo razonamiento que usamos cuando nos dicen que alguien que conocemos ha hecho algo raro (como matar a su mujer e hijos): Algo tuvo que pasar... pero ni idea. Luego resulta que llevaba años pegándoles. Una vez que sabemos eso ya no nos parece tan raro su comportamiento, no?

Lo más lógico es pensar que si hay maldad es porque no existe ningún dios perfectamente bueno (ni omnisciente ni omnipotente). Pero eso no lo van a aceptar los creyentes, así que se inventan que nosotros, seres imperfectos, no podemos entender (ni deberíamos intentarlo siquiera) los motivos de ese dios. Siempre tienen algo que argumentar, lo que sea, antes de aceptar lo irracional de su creencia: Yo no sé la explicación o el motivo, pero tiene que haberlo.

Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Entonces, ya que hay que contrarrestar lo malo con lo bueno... qué cosas buenas contrarrestan el nazismo y sus campos de exterminio (o cualquier otra guerra, ya puestos), las enfermedades, el hambre, los asesinatos, la esclavitud...? Son como cuando aparece mamá porque ha oído un ruido y al llegar nos ve con la pelota y el jarrón roto en el suelo. Ya estaba así...yo no fui. Eso de que te pillen con el arma, cubierto de sangre y con testigos del crimen, pero que seas inocente aunque no puedas demostrarlo, sólo pasa en las series de TV.

Hay otra posible argumentación de lo bueno para contrarrestar lo malo, sin negar la existencia de ese dios, claro: La culpa es nuestra (bueno, realmente es tuya). Qué sería de cualquier religión sin la culpa...

Ese dios perfecta e infinitamente bueno nos regala el don del libre albedrío y qué hacemos? Follar como posesos...digo hacer el mal. Retorciendo el argumento, para que ese dios sea compasivo tenemos que sufrir primero; para que nos perdone, tenemos que pecar; para recibir, tenemos que necesitar. Si todos fuéramos buenos e hiciéramos el bien, para qué necesitaríamos la religión?

Muchas veces hay que dejar hablar al creyente. A medida que va soltando cosas alguno termina dándose cuenta de lo irracional de lo que está argumentando. Por eso vuelve a lo de que nosotros no podemos entender a ese dios o que es culpa nuestra haberla cagado.

Si me pegan un tiro, es bueno que haya alguien que se compadezca de mi y me ayude. Pero es una perversión moral decir que la existencia de esa compasión no sólo contrarresta sino que justifica que me pegaran un tiro o, peor todavía, que es culpa mía por no seguir los dictados de la religión.

Queda también el hecho de que la maldad no suele afectar exclusivamente a quien la comete, ese supuesto mal uso del libre albedrío perjudica a otros. O las catástrofes naturales, que no se pueden asignar (excepto el Cambio climático) a un mal uso del libre albedrío humano pero que son malas pues causan dolor y muerte. Nunca faltará un creyente que diga que esos desastres sí son culpa nuestra, bueno, de otros (por ejemplo, los comunistas o los gays). Una de las características de la religión es echar la culpa a los demás (curiosa perversión esa de echar la culpa a otros de las desgracias que le pasan a los míos). Pero lo lógico para un creyente sería pensar que si un terremoto mata a miles de personas es porque ese dios quiso que pasara y que sabía la muerte y el sufrimiento que iba a causar. Y a pesar de ser omnipotente, omnisciente e infinitamente bueno, dejó que ocurriera (o por lo menos, que sólo afectara a comunistas y gays). De quién es realmente la culpa?

Qué haríamos con un humano que sabiendo que algo va a causar miles de muertos no hiciera nada para evitarlo, es más, cuando se le pidiese que actuase, se negase a hacerlo? Nadie dudaría en calificarlo como un monstruo que debería ser juzgado, y castigado. Pero cuando se trata de un dios, el creyente lo justifica todo: No entendemos y/o la culpa es nuestra.

En la naturaleza regida por la evolución y la adaptación, la supervivencia de unos casi siempre ha sido a costa de otros, con mayores o menores dosis de sufrimiento/crueldad. Esto es inevitable. Ocurrió antes de la aparición de los seres humanos y continuará cuando hayamos desaparecido.

No existe ningún dios, porque se le atribuyen características incompatibles con la realidad. Y la realidad no necesita de ningún dios para ser explicada.

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