El capítulo 3 se titula Nature and intelligibility.
Y es la misma brasa sobre que el efecto no puede ser más complejo que la causa, pero esta vez aplicado a la también por aquel entonces nuevas teorías del átomo (y previamente a la llegada de la mecánica cuántica).
Vuelve a repetir la idea equivocada de Maxwell de que los átomos son "indestructibles". Y un repaso por las ideas de Boyle, Ostwald y demás sobre las leyes de las reacciones químicas, algunas de las cuales se demostraron incorrectas en los años siguientes (repitiendo lo de la entrada anterior, dado que el libro de Iverach se reeditó varias veces posteriormente, corregiría estos errores?).
En esa época (1869) también estaba la novedad de la Tabla Periódica de Mendeleyev, de gran éxito al ordenar de una forma novedosa (y bastante correcta) los elementos químicos conocidos hasta la fecha y situar (también bastante correctamente) elementos todavía no descubiertos.
Foto tomada de Wikipedia, pero el enlace da error al copiarlo. |
https://s3.amazonaws.com/s3.timetoast.com/public/uploads/photos/10077690/tabla_mendelev.png?1494625793 |
El "error" de su tabla era ordenarlos por pesos atómicos (por eso ciertos elementos como el He parecían no tener sitio) en vez de los números atómicos, como se hace en la actualidad.
El caso es que una vez más Iverach arrima el ascua a su sardina y dice que no es posible tener tal orden, racionalidad e inteligibilidad en algo tan minúsculo (y por tanto, para él simple) sin la ayuda de una inteligencia superior "ya presente desde el origen".
Por supuesto, ninguna prueba de la veracidad de este razonamiento.
Otros, como el propio H. Spencer (que ya había hablado en términos de evolución en 1857 y que es el que acuñó la expresión de "supervivencia del más apto" en 1864, después de leer a Darwin quien hablaba de la selección natural como motor de la evolución) decían que debería existir "una Energía infinita y eterna de la cual procederían todas las cosas", un equivalente universal a la consciencia humana.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/96/Herbert_Spencer.jpg/800px-Herbert_Spencer.jpg |
Por tanto, para Iverach, al negar la posibilidad de efectos más complejos que sus causas, la complejidad observada en la naturaleza (en este capítulo referida a la complejidad de la química a partir de los simples átomos) sólo es prueba de la necesidad de una inteligencia primigenia y creadora.
Así que, la evolución (si es cierta, que él no lo tiene tan claro) también procedería de esa inteligencia superior. Si no puedes con tu enemigo, aprópiate de sus ideas.
Porque si nuestra limitada inteligencia humana hace tantas cosas, qué no hará la inteligencia infinita de dios (sí, es una copia del argumentario de Tomás de Aquino y la dichosa escolástica).
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