Ir al contenido principal

Science and its times. Vol 3. 1450 to 1699 (Parte 7)


Es en el Renacimiento cuando se originan muchos de los usos que hoy en día están más que establecidos. Entre ellos, muchas de las técnicas tradicionales de asistencia al parto.

Desde los tiempos más remotos, la asistencia a las parturientas era tarea de otras mujeres, las parteras o más modernamente, matronas. Evidentemente, no disponían de ningún tipo de formación técnica, sino que el saber (y las supersticiones) se iba pasando de unas a otras.

Por su parte, los médicos, mostrando ya de antiguo su proverbial soberbia, veía el embarazo más como una enfermedad. Así que las "recetas" eran sangrías para re-establecer el desequilibrio entre los humores, que según la idea dominante entonces, originaban las enfermedades.

Así que tenemos a las parteras asistiendo tanto si el embarazo iba bien como cuando había dificultades. Si todo iba bien, con el feto en posición de cara, no había que intervenir apenas (apoyo y ayuda para eliminar la placenta y evitar infecciones). El problema era cuando el parto presentaba dificultades, pues apenas había opciones para intervenir. Además de la falta de higiene, el desconocimiento de la anatomía y del propio proceso de alumbramiento hacían muy escasas las posibilidades de salvar los problemas. ¿Lo habitual? Si el feto estaba mal posicionado, la partera apretaba el abdomen o, peor todavía, recurría a encantamientos u olores. Entre los rituales estaba quitar las horquillas del pelo o abrir todo lo que estuviera cerrado (ventanas, puertas, botellas).

Por tanto, no debe extrañar la elevada mortalidad tanto de las madres como de los hijos. Y había que actuar rápido si la madre tenía problemas, para intentar salvar al recién nacido. A lo que se añadía la tontería católica del purgatorio, donde irían los recién nacidos muertos antes de bautizar. Esa prisa por bautizar sería uno de los motivos por los que las propias parteras comenzaron a hacer cesáreas, eso sí cuando la madre ya había muerto.

Como siempre, cuando algo se empieza a practicar con frecuencia, llegan las autoridades y empiezan a poner reglamentos, siendo los primeros requisitos llamar a un médico o a un barbero-cirujano si el parto presentaba dificultades. También se les prohibía usar instrumentos afilados y cortantes para extraer fetos muertos. El gremio de cirujanos estableció en 1540 un regulación en la que se prohibía la práctica de la cirugía a carpinteros, herreros, tejedores (hasta aquí correcto, ¿no?) y a mujeres.

Y con regulaciones como estas fue como se "obligó" a los médicos a introducirse en el mundo de las mujeres y el parto, algo de lo que sabían pero bien poco.

Aunque no era por falta de información, que ya por entonces había médicos especializados en estos asuntos. Uno muy famoso fue Ambroise Paré quien ya por el siglo XVI, y siendo cirujano del rey de Francia, estudió los mecanismos del proceso de parto.

http://www.redes-cepalcala.org/olivaryescuela/divulgacion/3_Feria_Sevilla/Proyecto/Ambroise_Pare_escena.jpg

Él fue el inventor de la maniobra de girar con la mano el feto cuando se presentaba en mala posición y conseguir que saliera primero la cabeza. Una maniobra que rápidamente fue de uso obligatorio entre los médicos que asistían a los partos, algo habitual ya a principios del siglo XVII. No sin la oposición de muchas mujeres, por cierto.

A finales de ese siglo XVII otro médico francés, François Mauriceau mejoró la técnica de Paré y escribió tratados sobre cómo actuar en partos dificultosos.

Otro francés que se dedicó a este asunto fue François Rousset, que le pilló el gusto a las cesáreas, pero con las madres vivas. Algo que no fue muy bien recibido entre sus colegas, incluido el propio Paré. Más que nada porque las pocas cesáreas que se hacían entonces terminaban siempre con la madre, como mínimo, muerta por la hemorragia o por infecciones posteriores. Hubo que esperar a finales del siglo XIX para que le dieran la razón a Rousset.


http://ecx.images-amazon.com/images/I/51b3Y67focL._SL500_AA300_.jpg


Otros franceses que se dedicaron a este negocio fueron los Chamberlen, quienes durante más de un siglo les consideraban como milagrosos por sus éxitos en los partos difíciles. Y todo porque habían inventado un instrumento, que mantenían en secreto hasta para las parturientas (que estaban cubiertas de mucho ropaje). Un instrumento que para usarlo otros médicos tenían que pagar y que en 1720 fue revelado al mundo: el fórceps.

http://davidhaviland.com/wp-content/uploads/2010/07/replica-chamberlen-forceps.jpg

A pesar de ese aspecto, este instrumento fue revolucionario al conseguir disminuir la mortalidad del feto y reducir los daños a las parturientas. Eso sí, dado que fue considerado un instrumento mecánico, las matronas no estaban autorizadas a usarlo. Tal vez ese fue e golpe final al monopolio de las mujeres en el parto y desde entonces los hombres asistían cada vez más en esas operaciones. Junto con el establecimiento de salas de partos en los hospitales, que hicieron disminuir los partos en las casas.


Como efecto secundario, vino la medicalización del nacimiento. Que es otra historia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El gen egoísta (9)

El capítulo 9 se titula La batalla de los sexos . No voy a resumirlo porque es demasiado denso para hacerlo de una forma eficaz. Son muchas las teorías y explicaciones que da. El resumen sería casi tan extenso como el propio capítulo. Además, en amplias notas al pié, de varias páginas cada una, matiza, amplía e incluso rebate lo que estaba originalmente escrito. En un largo resumen final , indica lo siguiente (matizado por las notas, en una de las cuales incluso dice que teorías que daba por incorrecta cuando escribió la edición original pueden "exigir incluso un cambio radical en nuestra concepción de la evolución de la conducta, un cambio radical en nuestra concepción de muchas de las cosas analizadas en este libro...significa que teorías de insensatez casi ilimitada no pueden ser ya descartadas por sentido común"): "Los diferentes tipos de sistemas de procreación que encontramos entre los animales... pueden ser comprendidos en términos de conflicto

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 7)

Otro debate de esa época interesante fue el de la generación espontánea. Este sí con más entidad “científica”, pues ambos bandos se basaban en experimentos reales, no en creencias religiosas. Aunque la religión también tuvo que meter baza. Pero fue un debate que puso, y pone, de manifiesto la importancia de diseñar cuidadosamente los experimentos que soporten nuestras ideas. Porque los que realizaron el naturalista francés Georges Buffon y el microscopista inglés John Turbeville parecían demostrar la validez de la generación espontánea. Pero fueron los experimentos mejor diseñados por el fisiólogo italiano Lazzaro Spallanzani los que mostraron los errores experimentales de los otros. Porque es así, como ha ocurrido siempre, el funcionamiento de la ciencia: repetir los experimentos de otros para comprobar su validez Pero empecemos por el principio. Según la teoría de la generación espontánea , es posible que surjan seres vivos a partir de materia muerta. Una idea que no

Science and its times. Vol 4. 1700 to 1799 (Parte 6)

De entre los debates que hubo en la Ilustración, uno de los que más tinta hizo correr fue el de cómo se producía el desarrollo de los embriones. Por un lado estaba la explicación que se basaba en el vitalismo, llamada de la “ preforma ”; y por el otro el que utilizaba el racionalismo, denominado “ epigénesis ”. Desgraciadamente, la falta de calidad de los microscopios de la época por un lado, y las “verdades” de la religión, por otro, dieron alas a ese debate que visto hoy en día parece hasta ridículo. Pero realmente, este llamado “gran debate” lo que deja claro es la influencia de los prejuicios y dogmatismos religiosos sobre el razonamiento científico. Aún en contra de las evidencias que se mostraban ante los ojos de los científicos creyentes. Unos prejuicios y dogmas que eran más poderosos que las pruebas experimentales, parasitando las “explicaciones” e “hipótesis”. http://images.fineartamerica.com/images-medium-large/2-preformationism-18th-century-science-source.jpg